Tras idear el título de esta entrada, soy la primera en poner mi sensatez en tela de juicio. Y es que: ¿Por qué te sugeriría un green smoothie de postre? ¿Por qué te haría eso? ¿He perdido el norte? ¿Te quiero ahuyentar de mi blog para siempre? Tantas preguntas que responder…
Hace un par de meses me topé con un post de Minimalist Baker que me jaló el ojo. Estaba pasando por esa etapa en la que decido cambiar mi vida— la vez número 300 luego de 299 intentos fallidos — y ser saludable. En esos días, hacía sentido que un jugo de color verde me llame la atención.. o no?
No sé si a ustedes les pasa, pero cada vez que me encuentro con una receta interesante esto es lo que sigue:
- Tomo screenshot de alguna fotito y/o receta.
- Procedo a enviársela a Alonso (mi casi esposo), seguido de un: ¿Preparamos esto algún día?— énfasis en algún día.
- Alonso me contesta que ya, aún cuando los dos sabemos perfectamente que eso no pasará, no en esta vida.
Dado que el green smoothie de Minimalist Baker no requería nada que freír y tampoco nada que hornear, la idea de ‘arrojar todo a la licuadora y ya’ era incitadora, por decir lo menos.
Ten en mente quién te lo dice: alguien que intentó hacer pan al ajo en San Valentín y fue saboteada por sus carentes habilidades para prender un horno. Y no cualquier horno.. SU horno…
Esta historia está muy fresca, así que no voy a profundizar.
Con lo dicho y con los skills justos para lograr mi cometido: hice mi primer green smoothie—con las medidas de las instrucciones PRECISAS y al pie de la letra, tal y como las sigue alguien en la etapa más primitiva de conocimiento.
Quien me conoce, está al tanto de mi adicción por el azúcar y todo lo heavy en harina y mantequilla. Soy de esas personas tan anti-verdes, tan anti-zero— y derivados — que antes que ver los valores nutricionales simplemente asume que si está muy rico, entonces me están engañando. En mi mente, si está rico no es enteramente saludable. Esa es la regla, nada certera, pero mi regla de todos modos.
Se imaginarán mi sorpresa cuando la panza me pide un GREEN Smoothie en lugar de un cinnamon roll de Starbucks después de almuerzo. Me habré ido al cielo? Ni yo lo entiendo. O en realidad sí, este green smoothie es ASÍ de rico.
Le corto a la letra y vamos a la receta:
Ingredientes
- Un plátano grande congelado (120 g)— mientras más maduro mejor.
- 1/4 – 1/2 palta (40-80 g) — Sé que es extraño agregar palta a un batido, pero confía en mí: tu smoothie será más cremoso y no sabrá a palta para nada (no soy una avocado lover y jamás prepararía este smoothie sin palta).
- 1 scoop de proteína en polvo de vainilla o chocolate.
- 1 mano (∼ 70 g) de espinaca— mi elección — o el verde de tu preferencia.
- 3/4 ó 1 taza de leche de almendras — mi preferida es la ‘Almond Breeze‘ de chocolate, pero con la de vainilla también sale deli.
- Canela en polvo, arándanos y/o frambuesas (opcionales).
Instrucciones (como para pretender que hay ciencia)
- Añade todos los ingredientes a una licuadora — y deja que haga su trabajo básicamente.
- Licúa el contenido hasta que esté homogéneo y cremoso. Si el smoothie está muy espeso: añade más leche; y si está muy aguado: añade más palta o plátano congelado.
- Prueba el smoothie y ajusta el sabor a gusto: añade más plátano o proteína en polvo para hacerlo más dulce; y/o añade palta para hacerlo más cremoso.
- Sírvelo en el contenedor de tu preferencia y enjoy! Yo le agrego harta canela, arándanos y frambuesas como toppings.
Bonus: Si eres amante del frozen yogurt, sustituye la leche de almendras por yogurt natural. Si te animas a prepararlo así, puedes incluir verdes como el brócoli— puedo apostar a que muchos no son fanáticos y a que el sabor ácido del yogurt natural neutraliza el sabor del brócoli por completo.
5 min + un green smoothie que no sabe a green smoothie: porque a veces la vida es ASÍ de buena.
Cecilia Gómez Sánchez López says
Lo máximo mañana lo preparo!!! Y comienzo mi dieta !!!!
Estefania Campoblanco says
es buenísimo tia! dile a Mateo que te lo prepare, él ya sabe como! 😉
Miche says
Un smoothie muy tentador de preparar y que promete ser adictivo …. es me gusta ! 😉
Estefania Campoblanco says
pruebalo!! es riquisimo, lo prometo!
Anónimo says
Acá leyendo y se me hace agua la boca, lo preparare después de mi ayuno, pues tengo un examén, debe estar delicioso!! me encanto.